Economía solidaria: potencialidades y desafíos
Revista Papeles de relaciones ecosociales y cambio global nº 110 (verano de 2010)
Fuhem, España y Icaria Editorial, 2010
Otra economía es posible porque en las actividades económicas están presentes otras motivaciones, centralidades y propósitos que van más allá del interés propio como principio único de la conducta individual, del capital como factor central de impulso de la actividad y del lucro como única finalidad. La economía solidaria tiene la virtud de reconocer esa base plural en las motivaciones y estrategias de conducta (al lado del egoísmo y el comportamiento competitivo, también se encuentra la solidaridad y la actitud cooperativa); tiene la valentía de plantear la centralidad del trabajo en la economía; y goza de la clarividencia para no confundir la creación de riqueza con el objetivo del enriquecimiento privado. Sus partidarios suelen recordar las apreciaciones de los antropólogos acerca de los distintos principios que regulan la actividad económica: junto a las relaciones de intercambio, propias del mercado, existen también principios de reciprocidad y redistribución que es necesario profundizar para que la economía se oriente efectivamente hacia la satisfacción de las necesidades humanas y al desarrollo de las capacidades personales.