Derechos fundamentales, emancipación y desarrollo
Coloquio Internacional de Economía social y solidaria en un contexto de multiculturalidad, diversidad y desarrollo territorial, 15, 16 y 17 de abril 2015 –UNCuyo / Université Blaise Pascal – Mendoza
Liane Beatriz Righi, Daniel Rubens Cenci, Pedro Butenbender, abril 2015
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Resumo :
Vivimos en una era dominada por el afán de lucro y por la preocupación por los logros económicos nacionales. Para el desarrollo sostenible lo que debe interesar en primer lugar son las personas, los avances y beneficios económicos constituyen solamente medios instrumentales para cualificar las vidas humanas. En este sentido las políticas globales y nacionales cumplen su finalidad, tornando posible que las personas tengan vidas plenas y creativas, desarrollando su potencial y garantizando la dignidad humana. Con este eje, queda claro que los temas centrales no se detienen en el tema económico, sino que cambian para incluir como fundamentales los temas de educación, salud y, de forma innovadora, el tema de las capacidades y la maximización del bienestar. Es importante comprender que la democracia procedimentalista y el Estado controlador, son insuficientes así como el mercado, para generar las reglamentaciones y acuerdos necesarios para priorizar la realización concreta de los derechos humanos. Es en este contexto marginalizado que el derecho a un ambiente sano se agota en un sentido poético pero inevitable, por la contradicción inminente del crecimiento económico acelerado, garantizador de bienes materiales pero principal responsable de la destrucción del planeta. Desde el punto de vista jurídico, a veces los argumentos apuntan a la necesidad de crear un Estado de Derecho de envergadura global, la cual es en cierto sentido una idea plausible. Sin embargo, sin esperar las directrices de una democracia global, emergen otros caminos de acción menos formales, pero que no dejan de influenciar las decisiones y construcciones democráticas. Una pluralidad de posibilidades, más allá de la democracia formal establecida por el Estado o por un Estado Global, ofrecen innumerables fuentes que enriquecen el alcance de la propia democracia. En este sentido muchas instituciones asumen papel importante, incluyendo la ONU – Organización de las Naciones Unidas, pero también un conjunto de organizaciones de la sociedad civil, de ONGs – Organizaciones No Gubernamentales – y el propio papel de los medios de comunicación y prensa en general. Los movimientos antiglobalización meramente económica, representan aún formas de activismo que llevan a un debate necesario sobre lo que la humanidad espera de sí misma, lo que la globalización económica pretende de hecho ofrecer a los individuos, contribuyendo significativamente al debate público y a la construcción de una argumentación racional pública. La emancipación latino-americana exige colocar en curso un proceso de participación que sea capaz de desarrollar responsabilidades en los ciudadanos y al mismo tiempo, democratice los estamentos estatales, de forma que el ciudadano sea el sujeto de su propio futuro, participando en la decisión de inversiones y políticas públicas. Entre tanto, este tema de la participación directa ha atraído críticas e interrogantes, muchas veces ideológicos, pues en esencia, desestabiliza gobiernos concentradores de poder y enfrenta de manera clara y directa la corrupción en la gestión pública, dos problemas cruciales para las políticas públicas y el desarrollo en América Latina.
Fontes :
Université Blaise Pascal