La Fundación Jatun Ayllu organiza los comerciantes informales en el Ecuador Mercados y microempresas indígenas en Riobamba
Monserrate RIVERA, septiembre 2002
Mariano Mullo Cobo, un ingeniero apasionado por el trabajo, nos cuenta que desde muy joven ha tenido que trabajar para subsistir. Él cree que ésta es una de las razones para considerar que es muy importante que la gente se organice y se de cuenta de que si es posible obtener mejores condiciones de vida, pese a las dificultades.
Actualmente es el presidente de SISAWU, una compañía limitada de Turismo Ecológico - Cultural indígena que ofrece servicio turístico a nivel nacional, con transporte propio y guías nativos. Por otro lado, incentiva a los vendedores informales de las zonas de Quito, Guayaquil y Riobamba para que conformen microempresas y organizaciones que realicen proyectos para beneficio de sus familias y la comunidad.
Mariano Mullo Cobo es ingeniero en Administración de Empresas y trabaja en varias áreas de comercialización de productos, como legumbres, ropa, artesanías y artículos de primera necesidad. ’Yo sé que es bueno ser comerciante, aunque deben cuidarse algunas cosas, pero mi deseo es que la gente pueda formar su propia microempresa’.
SISAWU nació como iniciativa de él y dos amigos más, que se dieron cuenta de que la ciudad de Riobamba era muy visitada por los turistas. En ese entonces, tres años atrás, no había ningún servicio de transporte ni de guías turísticos para los visitantes. Entonces conformaron esta microempresa que hasta ahora ha sido exitosa.
Como ésta, él promueve, a través de la Fundación Jatum Ayllu, otro tipo de microempresas entre los comerciantes informales, para que a través de la organización puedan lograr una mejor calidad de vida. ’Yo viajo mucho y en algunos lugares vi que la gente estaba muy desorganizada, entonces empecé a planificar reuniones y de a poco se fueron sumando los compañeros hasta que logramos organizarnos. Organizar a vendedores de mercados no es tarea fácil, porque te encuentras con una diversidad de gente : algunos han salido de la penitenciaría, otros son alcohólicos, drogadictos o simplemente son personas sencillas que han encontrado en este tipo de negocios una forma para subsistir. Además es gente que tieme mucha movilidad, es decir hoy están aquí y mañana allá. A las personas debes incentivarlas para que no se desanimen y no caigan en algún vicio porque a veces no se ven resultados a la primera y esto los desalienta’.
Uno de los proyectos en los que está empeñado ahora es hacer un mercado donde trabajen todos los vendedores informales, es decir, que haya áreas de artesanías, legumbres, ropa, calzado, etc. Esto significaría un trabajo estable, un puesto seguro. ’Para que esto se haga una realidad debemos, primero, buscar el terreno, segundo hacer un convenio y luego dar un buen servicio y ofrecer productos de calidad. Nosotros tenemos buenas legumbres como habas, chochos, arvejas, papa, oca, también tenemos trigo, quinua. Esto también lo podríamos exportar y así, también beneficiaríamos a nuestro país.’
’La gente tiene sueños y espera cambios. Te cuento una de mis experiencias : Nosotros tenemos un convenio con el Banco Mundial, ellos nos prestan dinero y nosotros le pagamos con cómodas cuotas. Con ese dinero, algunos compañeros se han puesto su propio negocio, otros han comprado maquinarias y otros han incrementado los productos. Los dirigentes deben actuar, no ofrecer para no cumplir’.
Mariano organizó hace algunos años la Fundación Paccha. Es una institución sin fines de lucro que organiza a las mujeres vendedoras de caramelos, chochos, etc. Está conformada por 35 mujeres de Chimborazo. En uno de sus proyectos, las mujeres tejen mientras están sentadas vendiendo. Esto ha sido muy bueno para ellas, porque se han dado cuenta que es otra forma de ingreso y están contentas.
Fuentes :
D-P-H (Dialogues, Propositions, histoires pour une citoyenneté mondiale) www.d-p-h.info/index_fr.html